Los estudios muestran que durante el verano la mayoría de los estudiantes pierden dos meses de habilidades de cálculo matemático.  Los estudiantes de bajos ingresos pierden más de dos meses en rendimiento en lectura, mientras que los estudiantes de ingresos medios mantienen o mejoran debido al acceso a programas de verano y otras oportunidades de enriquecimiento.   Las pérdidas se acumulan a lo largo de los años y finalmente dan como resultado que los estudiantes se desempeñen por debajo de su nivel de grado. Para el quinto grado, muchos estudiantes de bajos ingresos tienen el equivalente a dos o tres grados de atraso.  Gran parte de esta brecha de logros se puede atribuir a la pérdida de aprendizaje durante el verano.